A veces, las “casas del pueblo” de ventanas pequeñas, anodinas…no nos dicen nada…pero el verlas con otros ojos, con el potencial que guardan en su interior, nos ayuda crear algo totalmente diferente que enriquece no sólo el edificio, sino nuestro trabajo y el lugar que ocupan.
Esto ocurre con esta vivienda en Fresno del Río, que aunque a simple ista pudiera parecer una gran construcción, tiene multitud de espacios pequeños en el interior, poco luminosos y orientada al revés….porque se cierra al sur y se abre al norte, algo, que en esta zona climática deberíamos evitar.
Por eso la damos la vuelta. La abrimos al sur y la cerramos al norte. Reformamos interiormente todos los espacios y ampliamos los huecos exteriores, de tal forma que la luz es la protagonista indiscutible en todo el recorrido.
Se incorporan aislamientos tanto por el exterior como por el interior, dependiendo de las fachadas; se modifican todas las instalaciones, consiguiendo una vivienda de alta eficiencia energética.
La imagen exterior se modifica totalmente, pero manteniendo el carácter rural de la edificación, que se traslada también a los espacios interiores.
¡Muchas ganas de comenzar con esta obra!
